
Pues siempre lo hemos dicho. A nosotros las cosas nos gustan así. Ahora que la mayoría de festivales se han convertido en pantagruélicos desfiles de nombres con poca o ninguna coherencia entre ellos, en los que un gran número de asistentes acuden por el mero hecho de poder coleccionar presencia y otros intereses en gran medida ajenos a la música, es en los eventos temáticos donde reside la clave, la esencia del poder cohesionador del rock’n’roll. De éstos hay varios a lo largo y ancho de esta maltrecha península y es la lealtad de un público que los intuye como ocasión propicia para ver a bandas de difícil acceso la que les da vida. (...)