The Fakeband: "La base siguen siendo las canciones, siempre" Entrevistamos a los autores de Shining on everyone, uno de los discos del año

* Transcripción íntegra de la entrevista realizada para Zarata Mondo Sonoro, publicada tras edición en el número de Marzo 2014

* Fotos: Eneko García Ureta - Rock In Focus (como siempre, mil gracias!!!)

Apasionados como somos con lo que nos gusta, no es extraño que sigamos sin alejar del reproductor el último disco de The Fakeband, Shining on everyone. (...)


La banda de rock’n’roll (resulta fútil incidir en su origen getxotarra ya que su música ha alcanzado cotas que exceden lo temporal y local) continúa cosechando albanzas, las mismas que nosotros aplicamos desde estas aguas al disco y a su presentación en Bilbao. A las puertas de hacer lo propio en Madrid, este sábado día 15 de marzo, en la Sala Intruso, a partir de las 22 horas (aquí puedes comprar las entradas), nos pusimos al habla con Txomin Guzmán, guitarrista, cantante y principal compositor de la banda, para charlar sobre ellos y sobre eso que tanto ayuda a mantenernos vivos: las canciones, la música.

Tras las unánimes alabanzas a Too late, too bad, había algo más que expectación por escuchar este Shining on everyone. ¿Os supuso esto una excesiva presión durante el proceso de composición y grabación?

Sí que tienes la sensación de que el listón está alto y no quieres defraudar. Además los segundos discos son complicados, tienes que reinventarte de alguna manera para no caer en la repetición. Pero desde el momento en el que empezamos a trabajar las canciones, tuvimos la sensación de ir por buen camino. Además, el hecho de no tener que dar explicaciones a nadie a nivel de discográficas te da la libertad y tranquilidad de trabajar para ti mismo sin ningún tipo de presión mas que las propias ganas de hacer algo que merezca la pena.

En vuestro caso, que lleváis muchos años y bandas a las espaldas, hablar de crecimiento, incluso de confirmación, es casi una perogrullada. Sin embargo hay que reconocer que el impacto ha sido el que esperábamos. ¿Lo esperabais también vosotros?

Como creador siempre tienes la duda de cómo va a recibir la gente lo que haces pero, como te decía antes, a medida que avanzaba el proceso de gestación del disco nos fuimos sintiendo satisfechos y contentos con el trabajo. A partir de ahí, poco mas puedes hacer.

Por otro lado, a pesar de llevar tiempo juntos, sí creo que hemos crecido como banda a base de tocar y grabar juntos. Es un proceso de aprendizaje continuo que, por lo menos en nuestro caso, no parece terminar. 

En este caso, más que un cambio, pareciera que habéis abandonado una zona de confort ganada a pulso, la que os daba la música de raíz eminentemente americana, por un trabajo que, sin abandonarla, exuda rock’n’roll por los once surcos. ¿Os lo planteáis como un objetivo a conseguir, es cuestión del espíritu del tiempo de la composición o simplemente las canciones nacen así?

No queríamos hacer el mismo disco. Too late Too bad era un disco de corte mas clásico, un disco de canciones a la vieja usanza, con una producción sencilla y basando casi todo en las propias canciones. Una especie de carta de presentación. En este caso hemos querido darle una vuelta de tuerca a las canciones y ser un poco mas ambiciosos en la instrumentación y arreglos. La base siguen siendo las canciones, siempre, pero mostrando otra cara del grupo mas eléctrica. También hay más variedad de estilos y se reflejan todas nuestras influencias que van mucho mas allá de lo que reflejaba el primer disco.

Suenan guitarras, repetimos todos, y en el tratamiento enérgico que obtienen, ¿qué parte de culpa tiene Saúl Santolaria y sus estudios (Sweet Saul Music), de donde están saliendo algunas de las mejores grabaciones de grupos locales últimamente?

Saúl siempre aporta una magia especial a las producciones. Puede que te guste más o menos lo que hace, pero nunca oirás algo plano y falto de emoción salido del estudio de Saúl. Creo que entre todos hemos sabido sacar lo mejor del grupo y el disco suena muy bien. La mayoría del disco está grabado en directo tocando en el mismo cuarto, sin auriculares ni claqueta. Eso ayuda a que el disco suene orgánico y de verdad.

Y a pesar de esa mayor electricidad, la melodía y armonía vocal, marca de la casa, está presente en cada corte. Y en casos como Kate es capaz de alcanzar la cumbre. ¿Por qué creéis que en el panorama español es tan poco común el jugar con las voces, los coros, las armonías?

Tienes razón y no tengo ni idea de porque es así… 

En cuanto a nosotros, allá por el pleistoceno, Pit (Idoyaga) y yo empezamos a tocar con Juan (Uribe) y Natxo (Beltrán) en John Wayne y creo que el primer día ya estábamos Juan, Pit y yo en un micro cada uno cantando como locos. Alfredo (Niharra), por su lado, estaba en Quite Fantastic y cuando íbamos a verles en directo comentábamos lo bien que cantaban, nos daban un poco de envidia, he de confesar, por lo menos a mí. Luego apareció Iñigo (Gil), que no cantaba pero tocaba  el bajo de maravilla. Un buen día se pasó a la batería y nos quedamos todos pasmados. Lo digo porque nadie habla del batería en este grupo de tantas guitarras y voces, pero para nuestro sonido es absolutamente fundamental su aportación. Además es la persona con mas talento musical que conozco. 

La inclusión de teclados, los vientos de Santi Ibarretxe, sección rítmica, tres guitarras, cuatro voces…, y todo suena sin ningún tipo de sobreproducción, a banda contundente y con las ideas claras. ¿Es simplemente cuestión técnica evitar esos sonidos ampulosos que venimos oyendo desde hace tiempo en grandes artistas americanos, o es más una cuestión de espíritu?

Yo creo que un poco de todo. A la hora de arreglar y producir las canciones intentamos buscar el espacio de cada instrumento en la canción para que todo el mundo pueda hablar a la vez pero de forma ordenada, en vez de pisarse unos a otros. Además está el aspecto técnico de cómo manejar reverbs, compresores, etc…  que afectan mucho en el sonido final del disco.

Txomin, todas las composiciones están firmadas por ti, y sin embargo, en pocas bandas se percibe tan claramente la labor de cada uno de los miembros. De hecho, en pocas bandas se antojaría tan difícil el imaginar la sustitución de alguno de ellos. ¿Cómo distribuís el trabajo, qué parte del todo tiene cada uno?

Todo el mundo es importante en The Fakeband. Todos tenemos poco tiempo, menos del que nos gustaría para dedicar a trabajar con el grupo, así que yo escribo las canciones y las llevo al local con un cierto nivel de definición pero entre todos les damos forma y las arreglamos. Además, todos los miembros del grupo son grandes músicos con mucha experiencia y aportan su personalidad propia al sonido final de las canciones. Como bien dices, sí creo que somos todos insustituibles. 

En Top of the world demostráis lo que muchos sospechábamos tras veros en directo, que el power-pop es base indeleble de vuestra música. Y en Get you back lo confirmáis, recuperando a los mejores Kinks bailando con los Beach Boys. ¿Dónde creéis que reside la vitalidad de esta música?

Nos gusta mucho ese tipo de música vitalista y alegre. Son canciones que te gusta hacer en directo por el buen rollo que transmites y la energía positiva que se genera en la sala.   

¿Cómo se toma uno leer una y otra vez que Shining on everyone recuerda a la E Street Band de sus mejores y pasados tiempos o al Graham Parker de sus gloriosos años 80 con The Rumour, puro rock’n’soul, o a las melodías de The Jayhawks?

Es un honor que te digan que recuerdas a esos artistas tan importantes. Pero en realidad no he oído mucho de Parker, así que es curioso que me digan que recuerdo a él cantando. Supongo que tenía las mismas influencias que nosotros. Lo que realmente queremos es sonar a The Fakeband y creo que poco a poco la gente ve que, aunque tenemos influencias clásicas de las de la vieja escuela, también tenemos nuestro sello personal. 

¿Cómo surgió la idea del vídeo de Top of the world? Pocas canciones soportarían de manera tan vitalista ver caer el cielo sobre nuestras cabezas

Fue idea de Antón Uribe, el director. La canción trata de no preocuparse en exceso de las cosas antes de que sucedan, que es algo que me pasa habitualmente. Me la inspiró un docu de la tele de unos freaks que se preparaban para el fin del mundo, con kits de supervivencia y locuras de ese tipo.

Las letras también han experimentado concreción y significado, consiguiendo imágenes realmente bellas. ¿Cómo te acercas a ellas?

Me gustan las canciones que cuentan historias fáciles y directas como por ejemplo Fool me, o She told me, pero también las que dejan al oyente la posibilidad de interpretar de forma más libre y personal, las que transmiten sensaciones, imágenes y sentimientos, como por ejemplo Secret. Creo que las letras son parte de una canción, por sí solas no funcionan, necesitan música. No soy un poeta ni pretendo serlo.

A muchos nos resulta un misterio que el predicamento de The Fakeband no esté plenamente extendido por todo el estado. ¿Falla el público, han fallado los medios para acceder a ese público, habéis creído en vosotros mismos lo necesario? ¿Esperáis dar el paso definitivo con este disco?

Eso no está en nuestra mano. Hemos grabado un disco y lo tenemos al alcance de todo el mundo. Hoy en día, con Internet, es muy fácil darte a conocer y hacer llegar tu música a la industria y medios. Si éstos te apoyan o no, ya no depende de ti. De momento, el disco está teniendo repercusión y creo que con la ayuda de Unai (Radiation) vamos a hacer cosas bonitas este año.

Ahora se trata de ir presentándolo en directo y ver hasta dónde nos llevan estas canciones.

Pues eso, no olvides la agenda para este próximo sábado:

Lugar: Intruso Bar, Madrid

Día: Sábado, 15/03/2014

Hora: 22 horas
Entradas: Ticketea

Suena la corriente: "Top of the world" - The Fakeband