* Autor: Jaime G. López "Desperdicios"
Es obvio que los conciertos más interesantes del asentado y cada vez más dinámico ciclo IZAR & STAR, son aquellos que se dedican a la recreación de discos y grupos que nunca tendremos el placer de ver y escuchar por estos lares. Todavía más si por cuestiones de edad y/o desapariciones, nunca tuvimos la posibilidad de ser testigos, no ahora, sino entonces. (...)
Es obvio que los conciertos más interesantes del asentado y cada vez más dinámico ciclo IZAR & STAR, son aquellos que se dedican a la recreación de discos y grupos que nunca tendremos el placer de ver y escuchar por estos lares. Todavía más si por cuestiones de edad y/o desapariciones, nunca tuvimos la posibilidad de ser testigos, no ahora, sino entonces. (...)
Por ello, dos años después de que unas navidades nos quedáramos en la calle en lo que se convirtió en el evento concertil del momento, la recreación por parte de We Are Standard del cancionero del brazo político del Punk Británico, decidimos no perdernos esta vez el evento. No somos tipos rencorosos y además la escucha reciente de una de las canciones que han recogido de aquel concierto nos convenció que aquello había que verlo con nuestros propios ojos.
Así que el viernes a la noche nos acercamos a la sala Backstage 101 (antiguo Congreso) recuperada últimamente para actuaciones en directo. Aprovechamos para meter nota personal; si no nos equivocamos, la última vez que habíamos pisado esa sala para tales menesteres debió ser circa el 94. Y la noche fue memorable porque sería, desgraciadamente, la última vez que veríamos a Pepe Risi de los Burning sobre un escenario.
Ese mismo escenario pisarían la extensa banda We Are Standard para recrear el cancionero de los Clash, con dos de sus miembros ataviados para la ocasión. El polifacético Willy con ray ban negras, camisa roja y pelo a la Strummer más rockera y el guitarra Juan Escribano con botas militares y tirantes. El resto optó por mimetizarse solamente en el aspecto musical, pero de qué manera.
Seguramente lo que más nos llamó la atención en un primer momento fue cómo la voz de Deu Txakartegi alcanzaba el registro tan característico, ronco y roto, de Strummer. Todo un gran inicio, ya que es en este tipo de detalles donde la cosa puede quedarse a medias o lo suficientemente lejana como para no despegar.
Si a ello le sumas dos brillantes guitarras, prodigiosas en sus recreaciones poli rítmicas de la batidora sonora de los Clash (ya se sabe, del punk más enérgico al reggae, el proto hip-hop, ritmos caribeños o rockabilly) la cosa pintaba muy bien. Los dos estuvieron geniales aunque por cercanía visual a nosotros nos epataron las progresiones de Jon A., alucinante muteando las cuerdas en vigorosos ritmos ventilador con su mano derecha.
Ya solo nos queda el elemento rítmico, donde tampoco fallaron y estuvieron a la misma altura que el resto de la banda, con una batería contundente o bailona cuando tocaba, seguido por un bajo con líneas igualmente enérgicas y bailonas. Y para rematar todo, esos elementos percusivos tan importantes en las canciones más experimentales de los Clash, de bongos a cencerros, pasando por los característicos teclados de algunos hits de la banda a cargo de Willy.
Respecto al cancionero, este fue variado con paradas en casi todos los discos del cuarteto ingles pero con especial incidencia en los temas más experimentales y bailones, cosa lógica siendo los ejecutantes los WAS. Es decir, muchas paradas en el London Calling (London Callin’, Brand New Cadillac, Revolution Rock, Hateful , Rudie Can't Fail, Lost in the Supermarket, Clampdown y Train in Vain), alguna en el Sandinista (Magnificent Seven y Police on my back) y, obviamente, repaso a los hits del más reverenciado por estos lares Combat Rock (Should I Stay or Should I go, Rock the Casbah y Know your rights). De su debut y para muchos aun favorito, solo nos dejaron una muy creíble White Riot y la queja de algún asistente por no haber apostado más por el mismo (London’s Burning y Police & Thieves se echaron en falta). Tampoco pararon en su segunda rodaja, Give’em enough Rope, ni en la coda a manos de Strummer Cut the crap.
A nuestro parecer, tocaron el cielo en las muy creíbles recreaciones de London Callin' y Should I stay (tarea harto difícil con semejantes himnos desgastados por el uso), nos pusieron a bailar (y servidor no es muy aficionado a ello) con Revolution Rock y Rudie Can't fail entre otras. Brillaron en el desarrollo de Magnificent Seven y sonaron creíblemente punks en el White Riot y la recreación punk-a-billy del Brand New Cadillac de Vince Taylor vía Clash. Efectivamente, cerrando los ojos uno se podía imaginar estar escuchándoles.
Parece que con este concierto, con el que se presentaba el festival BBK Live en Bilbao, WAS van a realizar una extensiva gira que les llevará en primer lugar a BCN y Madrid, presentando el disco con el que recogen el directo en el Kafe Antzokia, para continuar por diversos festivales por toda la piel del toro recreando el cancionero de Strummer, Jones, Simonon y Headon. Seguro que los que tengan oportunidad de presenciarlo disfrutarán tanto como la variopinta parroquia que nos juntamos el viernes, donde viejos punks, veteranos, musiqueros, convivían con estupendas jovencitas y gente a priori un poco alejada de aquella confrontación del 77.
Suena la corriente: "Should I stay or should I go" - We Are Standard
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