Y comienza el desfile de coches y furgonetas, de idas y venidas, de buscar otras actuaciones alternativas, y de marrones. Como que el transporte te deje tirado, que uno de los miembros tenga trabajo hasta apenas unos minutos antes del bolo, o que la prueba de sonido se reduzca a la presencia de sólo dos miembros. Gajes del oficio.(...)
Un oficio que los navarros Juárez ya han transitado a lomo de otras formaciones como Las Culebras, Astrovandals, Black Lagun o Reina Republicana, “aunque en estos momentos estamos exclusivamente centrados en Juárez”. Y con un cd de seis canciones, Escafandra, que además de una delicada y cuidada presentación, no deja de recibir muy merecidas alabanzas: “sí, está gustando, aunque también es cierto que se mueve entre gente muy cercana”. Entre sonoridades psicodélicas que les han hecho participar en la presentación del Txiki Psych Fest y en el Zaragoza Psych Fest (“es cierto que tenemos algo de psicodelia, y no nos importa que así nos encajen, pero nadie hace psicodelia pura, ésta abarca tanto… Ni nos habíamos dado cuenta de que hubiera vuelto, nos ha sorprendido tanto festival, pero son ciclos de la propia música”) y sonidos de raíz americana pasada por el alambre de espinos de la frontera, con una El Dorado que en directo suena agreste, árida, con excelentes guitarras tejiendo muros (“escuchamos música muy diferente, desde años setenta a Dylan o americana”), reconocen ser más deudores de Sonic Youth que de Joy Division en sus momentos más abstrusos, y niegan entre risas conocer a Décima Víctima, con quien servidor les emparentó en una reseña anterior para otro medio, al menos en Tú y Yo en el Tobogán Vampiro, que esta vez en directo pierde parte de esa sonoridad, “cuando la grabamos sí vimos que sonaba un poco ochentera, pero no habíamos sido conscientes”. El concierto gana con su hipnótico registro pantanoso, en Lucifer no evitan referencias Velvet ni esos guiños, homenaje incluido, a un John Fahey en el que Cristina reconoce haber caído tras descubrirlo vía Guadalupe Plata, y todo su concepto no hace otra cosa más que acrecentar la atracción que particularmente sentimos hacia ellos.
Vídeo de la actuación de Juárez
La misma atracción que nos llevó a reseñar (también para otro medio) y elegir entre lo mejor del año pasado en el propio Río el disco de los santanderinos The Puzzles, On the backs of… Lo suyo es puro pop, más allá de si ha vuelto o no, “no nos preocupa ni la tendencia ni la moda, es una música que siempre nos ha encantado”, y admiten que, más allá de su cercanía a Liverpool y al Mersey, “lo nuestro es más americano, de donde también bebían los ingleses, de Beach Boys al Brill Building, los grupos vocales y los bluesmen desde los años 20 hasta ahora”, cerrando el triángulo el pop neoyorquino de Simon & Garfunkel. “Nuestra próxima versión va a ser de Paul Simon”, admite una banda que en directo es capaz de viajar por Harry Nilsson, Gerry Rafferty, Ray Charles o The Fleetwoods, además de su espléndida e inopinada lectura del Water of love de Dire Straits. Pero aprovechan el concurso para sus propias canciones, comenzando con ese delicioso pop de raigambre folk de Miss Mister, la exquisita sencillez de She is love o ese viaje al fantástico mundo de la melodía que supone Life goes on, con su formación de cuatro en línea, prietos entre ellos, con batería de pie y fantásticas armonías vocales. Y estrenan varias composiciones de un nuevo disco que ya andan grabando, “habrá algún cambio, va a haber pop, pero no va a ser pop, no tanto algo más oscuro, sino tal vez tamizado por el mal…”, y de nuevo con la ayuda de Fernando Macaya y su estudio, “es fantástico, a la antigua usanza”. Conscientes de ser minoritarios, “hubo que sacar una segunda tirada en cd del primer disco, el vinilo es más difícil de colocar, aunque es nuestro orgullo”, recibieron encantados las excelentes críticas, que aún y así, no abren tantas puertas: “tocar es económicamente complicado. Por tanto, ahora, nuestra prioridad es el nuevo disco”. Y nosotros que lo escuchemos pronto.
Vídeo de la actuación de The Puzzles
Vídeo de la actuación de The Puzzles
También los madrileños Breath! parecería que tendrían como prioridad su homónimo último disco, ya el tercero, y sin embargo reconocen que solo tocarán en el Villa la inicial A Pray: “el mayor cambio ha sido en el idioma, ahora cantamos en español, y en una onda tal vez más progresiva, así que nos estamos centrando en temas nuevos”. Y es en esa onda progresiva en la que se autodefinen, “aunque a cada uno nos gusta algo distinto, no hay muchos grupos que sean referencia de todos". Durante la grabación de su anterior The Forest Said, tal vez el "Dark Side of the Moon sobrevoló por encima, con sus transiciones entre canción y canción…”, para al final aceptar que “Pink Floyd y Joy Division son posiblemente los grupos que más han influenciado a todos”. Unos Joy Division que lo hacen sobre todo en la voz, un cruce hondo entre Ian Curtis y Jim Morrison (“al principio éramos un trío instrumental, pero nos animaron a cantar, me tocó a mí, y con el tiempo la voz se ha ido curtiendo”), ya que en directo reproducen desarrollos largos, ambientales, aéreos, con más de un salto en terrenos jazzísticos y alguna que otra incursión en un rock con ligero acento lisérgico, pero con tendencia monótona. Claramente, Breath! nacen y se reproducen en su propia nube, y como ellos dicen, “sabemos que hay un público al que le vamos a gustar mucho, pero hay que buscarlo. Fans tendremos pocos, pero los que lo son, lo son mucho”.
Vídeo de la actuación de Breath!
Vídeo de la actuación de Breath!
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