Tom Petty & The Heartbreakers Hypnotic Eye (Warner / Reprise, 2014) De vuelta sin haberse ido

*Autores: Jaime G. López "Desperdicios" y Josetxo Río Rojo

Nos da la impresión aquí en el Río que este trabajo ha sido recibido como la vuelta del hijo pródigo y del sonido clásico del mejor Tom Petty. Y para apoyar esta idea, no pocos han cargado retroactivamente contra su anterior rodaja, Mojo, un disco que no estaba a la altura del de Gainsbourg, Florida, han dicho. Pues hombre, ni una cosa ni otra.(...)
Por un lado, es lógico entender que el Petty capaz de colocar un clásico tras otro de épocas pasadas no va a volver, ya dio lo mejor de sí en una muestra de fecundidad apabullante. Y ahora lo que toca es realizar brillantes ejercicios de estilo con la ayuda de una banda única que cuenta al menos con dos de los mejores músicos de su generación, Benmont Tench, el hombre sobre cuyos teclados pesa una buena parte de la magia de las American Recordings de Johnny Cash, y Mike Campbell, guitarrista injustamente obviado en los listados que recogen lo mejor de su gremio. Si a eso se le añade la todavía mágica voz del patrón y unas letras siempre interesantes, la formula es lo suficientemente perfecta para no pedir, pero tampoco esperar, más. Y creemos que al igual que en este trabajo, eso es lo que ofrecía aquel denostado Mojo, más escorado al blues que el actual, que presenta un abanico más amplio aunque predominan como en aquel las bases mas pesadas frente a su sonido más brillante y pop. Y todo ello es mucho más que lo que notables veteranos son capaces de ofrecer a estas alturas.

Abren fuego con los riffs pesados de American Dream Plan B, del siempre políticamente respondón Petty, uno de esos casos de hippies eternos colgados ideológicamente en la respuesta al más que imperfecto sistema. Pero detrás de la contundencia de las guitarras de Campbell, la canción se abre en el estribillo en un característico ejercicio pop de los Heartbreakers con la entrada de guitarras acústicas, los típicos trallazos arpegiados y la voz de Petty. Uno de los momentos álgidos del disco.

Fault Line les acerca a sonidos sesenteros de garage con rítmica batería, pero la voz de Petty atempera la crudeza de la propuesta y la lleva a su terreno. Brillantes guitarras solistas sobre un omnipresente bajo del recuperado Ron Blair, ¿cómo pudo este hombre abandonar una vez esta banda?

Y sí, hasta los mismísimos Petty y sus Heartbreakers se han atrevido a navegar por las densas aguas del Río Rojo. Con sonidos pop, base contundente de guitarras y los teclados del mago Tench conjuran sus fantasmas y citan a musas, que hablan en lenguas cuando nadie las ve, a orillas del Río. No era necesario el guiño, querido Tom, ya sabemos que nos sigues.

Full Grown Boy reposa el disco con aires jazz, en otro número donde la voz de Petty y las guitarras de Campbell se retan por ver quién alcanza la máxima excelencia.

Forgotten Man cruza el sonido pantanoso de los Heartbreakers con el beat de Diddley y las guitarras de doce cuerdas con guitarras con trémolo y fuzz. Ya se sabe la querencia de este grupo por esos sonidos que suelen recrear en directo con energéticas versiones de los originales vía British invasion.

U Get me High, al igual que la apertura del disco, navega sobre pesados riffs aportados en este caso por el bajo conducido por Petty y agudas guitarras que protagonizan un tour de force con solos a cargo de Campbell y Petty.

En Burnt out Town Tom juega al trasunto Dylaniano versión moderna con un blues arrastrado, cadencioso y nasal que no escatima en elementos característicos, desde armónica a piano de juke joint y guitarra con slide. No es de extrañar que sea la más antigua del lote, emparentándose con la época de Mojo.

Y justo cuando termina el disco con Shadow People y a modo de coda en unos breves segundos, reaparece ese Petty mágico con ecos beatlelianos, más concretamente, de su amigo Harrison, en un breve extracto que podría haber sido una gran canción pero apenas dura 15 segundos. Misterios del de Florida.

Producido por el equipo médico habitual de los dos líderes y Ryan Ulyate en estudios de Los Ángeles y Malibú. Una muesca más en el revolver de un grupo clásico que demuestra una vez más el porqué de sus galones. Doctores tiene la Iglesia. Volverán a superar su aversión a los vuelos transatlánticos y pasar por aquí? Ummmm, soñar es gratis.

Jaime G. López "Desperdicios"

Nunca volverá a haber un Damn The Torpedoes. Hay cosas imposibles. Y no hay que darles demasiada importancia. Ni yo tendré la urgencia juvenil más que en mi cabeza (lo que no es mala cosa), ni el mundo irá a mejor poco a poco, ni volverán, ni falta que hace, los primeros amores (ni los primeros odios). La vida ha seguido, para ti, para mí y para él.

Tanto hablar de su vuelta a los orígenes, de su reencuentro con el viejo y nuevo rock’n’roll (coño, pero lo había dejado?), de las ganas de reencontrar de nuevo a Petty… Coincidiré, por creencia y no por deferencia, con Desperdicios en la reivindicación de Mojo, un disco que si no absoluto (venga, Petty, como muchos otros, ya no es absoluto), no tenía malas puntadas. Ni las tiene este Hypnotic Eye. Sobrado de guitarras y energía, con paseos entre el garage de Fault Line, la deferencia de Red River y la sensibilidad certera de Sins of my youth. Un gran disco.

Sí, sobrado de guitarras. Tal vez, y lo siento, algo falto de canciones.

Por eso cuando leo has come the new Damn The Torpedoes, solo puedo exclamar:

Sí, hombre, por mis cojones Damn The Torpedoes!!!

Josetxo Río Rojo

Suena la corriente: "Red River" - Tom Petty & The Heartbreakers