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jueves, 21 de mayo de 2015

Moon Duo
Shadow of the sun (Sacred Bones, 2015)
No mata


Perlas de mercurio goteando sobre la frente vuelta hacia arriba, tratando de averiguar qué procesos físicos tienen lugar a nuestro alrededor. Y sin embargo, las cosas cambian para no hacerlo, avanzan estando quietas, proyectan un futuro con un pie en el pasado y la cabeza en el más actual presente.(...)


De todo eso te encontrarás en este Shadow of the sun, del dúo/trío/ente Moon Duo. Sombras y claros que abrigan la carrera de un Ripley Johnson que seguramente no invente nada. Tal vez, ni siquiera actualice sonidos. Acaso, simplemente se interne entre repeticiones de variabilidad cósmica nacidas de un mal/buen viaje. Y sin embargo, capaz de que fijemos nuestra atención inconsciente en esos sonidos metronímicos, ya que la consciente vuela al amparo de las ondas eléctricas creadas. Ya lo dijimos a cuenta del último alambique construido en la cabaña del bosque levantada por Wooden Shjips. Seguramente nada inventan, sin duda las ondas seguirán siendo pasto únicamente de quienes estén dispuestos a ser abducidos. Pero esos Wooden Shjips, estos Moon Duo, ese Ripley Johnson girando en círculos concéntricos, es mucho más adictivo que cientos de cantos de nueva psicodelia en manos de imberbes con postizos hirsutos.

Y esa reconversión del dúo en trío con la entrada de la batería de John Jeffrey no corta para nada el rítmico patrón de repetición que trepa por cada canción, sino que le otorga una calidez orgánica que ampara en todo los decesos guitarrísticos de Johnson y los nacimientos teclísticos de Sanae Yamada. Si la fisicidad rock de Back to land acompañaba el traslado de los Shjips a Portland, otro tanto podemos decir de esta nueva encarnadura del Moon Duo. Siguen glosando el kraut, el tripismo maquinal, el viaje astral, pero Animal es puro punk-rock, Slow Down Low tiene ramalazos de terciopelo oscuro entre el glam y el rock, Free the skull embadurna de fuzz y distorsión un garage con techumbre ruidista y Wilding tiene la fuerza del puñetazo de alta energía. Así, el pop tecnificado que sobresale en Zero o Night Beat mantiene coordenadas pero encorseta sus andanzas por los caminos abiertos por Suicide. Que sí, que siguen siendo transitados, pero con atajos que simplemente ralentizan, nunca desvían, la llegada a meta.

Y así, como la enredadera que riegan y mutan, Johnson y Yamada continúan construyendo un opus que, sin ser dañino, espolvorea cristales de ácido sobre la úlcera, provocando deliciosos espasmos de placer sobre el dolor. No mata. No cambia. Pero se agradece.

Suena la corriente: "Animal" - Moon Duo



2 comentarios:

  1. Lo escuché hace unas semanas y no acabó de llamarme la atención a pesar de verificar esos "caminos abiertos" por Suicide. Acabo ahora de escuchar "Animal" y me ha flipado. Volveré a darle caña. Espero que todo bien. Un abrazo, my Lord.

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    1. Johnny, tal vez no sea humo fácil de inhalar, pero como pilles la buena bocanada, vas a golpearte con el techo en más de una ocasión!!!

      Todo bien, gracias, ya sabes que mala yerba es difícil de cortar, a pesar de los sustos.

      Abrazo.

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