* Autor: Álvaro Fierro
Los familiarizados con la prosa gonzaliana nos vemos inmersos en las aguas de la paradoja ante este ejemplar: le conocemos (al autor), sabemos de sus debilidades – es decir, dominamos los clichés con los que a modo de látigo lacera a Barcelona (a la que se le la odia tanto como se ama), la política, el consumismo y, por supuesto, el rock - y además, en este caso, ya hemos leído el contenido. (...)
Los familiarizados con la prosa gonzaliana nos vemos inmersos en las aguas de la paradoja ante este ejemplar: le conocemos (al autor), sabemos de sus debilidades – es decir, dominamos los clichés con los que a modo de látigo lacera a Barcelona (a la que se le la odia tanto como se ama), la política, el consumismo y, por supuesto, el rock - y además, en este caso, ya hemos leído el contenido. (...)
Y como sucede con el sufrimiento ajeno bien contado - que es el de todos y todas -, lo disfrutamos. Como su subtítulo indica, el periodista catalán compila en apenas doscientas hojas las columnas que, desperdigadas entre Rock de Lux, Cáñamo, Vice o Ruta 66 han dado lustre a su formación de rock critic desde hace dos décadas y que corren en paralelo a quien va acercándose a la tercera edad.
Corren desbandados pues los epítetos relativos al escepticismo, si no ya a la negación absoluta; la erudición se alza por encima de digresiones sobre cualquier tema y la contextualización siempre aparece galvanizada a los argumentos; refuerza con flema académica de investigador - que lo es quien nunca ha dejado de tener curiosidad por las cosas - la forma y el fondo de los asuntos tratados; subyace el carácter sardónico ante los hechos más graves - y ante todos, en general - y la ironía es la tabla de salvación a la que asirnos en este océano de desolación.
Y como sé, porque le conozco someramente - que no le gusta el peloteo y sí la crítica -, no voy a despedir esta reseña enjabonando la espalda de nadie. Sólo recomendando su lectura.
Y como sé, porque le conozco someramente - que no le gusta el peloteo y sí la crítica -, no voy a despedir esta reseña enjabonando la espalda de nadie. Sólo recomendando su lectura.
Siempre lo he visto demasiado caustico y pesimista en sus escritos pero eso si simpre intersantes Una buena recomendacion para el verano
ResponderEliminarSu forma de ver las cosas es imagen de marca propia. Y generalmente, casi siempre coincido en esa visión. Que se disfrute...
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