Richard Hawley Hollow Meadows (Warner, 2015) Lamentos nocturnos desde Sheffield

* Autor: Jaime G. López "Desperdicios"

No lo negaremos, el Richard Hawley que más nos gusta es el crooner after hours con lánguidas guitarras deudoras de los maestros de los 50. Aquel que con Lady’s Bridge pareció alcanzar la perfección y que no nos cautivó tanto en posteriores trabajos, excepción hecha de su producción al maestro Duane Eddy en el memorable Road Trip. Aunque parece volver ahora por aquellos mismos derroteros con su nuevo trabajo, Hollow Meadows.(...)

El disco se abre con I Still want you y los bajos de su guitarra espoleados por el vibrato, pronto se transforma en una de esas canciones melancólicas de aroma country de mediados de los 70 para, a través de los arreglos de cuerda, transformarse en un lamento croon del rat pack. Prodigioso salto de los años 50 a los 70 en tres minutos. 

Which Way nos muestra a un Hawley atormentado por el camino a seguir, con saltarines teclados y arrebatadores  aunque cortos desarrollos de guitarra. Hay ecos de aquel Lady’s Bridge más o menos claros en Serenade of Blue o en Nothing Like a Friend,  que le hermanan con el lado más crooner de Nick Cave.  

En Long Time Down se repiten los ecos de soft country con un  maravilloso slide sobre guitarra acústica, junto a un banjo y los coros femeninos y una precisa batería marcando los cortes en uno de los temas más orgánicos y disfrutables del disco. Sometimes I Feel tiene ciertas reminiscencias de las baladas velvetianas a todas las fiestas del mañana, pasado por el filtro de Hawley. Tuesday PM, con sus detalles orquestales, es una balada arrebatadora de lo mejor del disco. 

Sobre el método de grabación, según ha declarado el propio Hawley, parece que por primera vez en su carrera la base de la grabación fueron unas demos extensamente trabajadas en cuanto a arreglos y estructuras junto a su mano derecha, Shez Sheridan. Lo que agilizó el trabajo en el estudio hasta el punto de que, debido a la calidad de alguna de las grabaciones previas, se incluyeron tal cual en el disco, como la canción que cierra el mismo, What Love Means, donde se puede escuchar incluso la cuenta inicial que da paso a las guitarras y coros de ambos músicos, lo único que se escucha, salvo algún detalle de recording posterior. 

Habrá quien vea el auto revisionismo sonoro como repetición, yo soy de los que prefiere llamarlo estilo propio, que aunque beba de muchas y reconocibles fuentes, es algo muy complicado de conseguir, un sonido propio y reconocible. Cierto que si este es permanente puede acabar por malograr la sorpresa inicial, pero amigos, si este es mágico uno puede acunarse en su disfrute una vez más.

Suena la corriente: "I still want you" - Richard Hawley