Termina un año más la etapa de semifinales del Villa de Bilbao en su apartado Pop-Rock y queda el momento del análisis, la nominación y la publicación de los finalistas. El próximo 14 de noviembre, sábado, como quien dice en dos semanas, tendrá lugar la final. Tres de las 23 bandas que han tomado parte del Concurso se verán las guitarras, como lo hicieron ayer mismo los últimos semifinalistas. Y nosotros anunciaremos nuestra quiniela este próximo lunes!!! (...)
La única representación navarra a estas alturas del certamen, La Red Bullet, aceptan que su denominación nació casi a partir de una broma: “estuvimos mucho tiempo pensando en nombres, pero con la tontería de un amigo que tenía un coche rojo y siempre iba a todo meter, le llamamos La Bala Roja, y luego pusimos algo en inglés, y quedó esa mezcla, que encima pronunciamos con acento francés”. Están formados por dos parejas de hermanos que sin embargo iniciaron la banda de manera cruzada, “los dos primeros que la formamos llevamos con ella tres años, y nuestros respectivos hermanos entraron hace uno”. Aquellos dos grabaron un disco, Railways, y ante el reto de llevar al directo su instrumentación “decidieron ampliar la formación, y lo hicieron llamando a los de casa”. Primera experiencia musical seria para casi todos (solo uno de los guitarras tuvo carrera anterior, desde el metal melódico al sonido de cantautores), admiten que su primera intención era distinta: “cuando formamos la banda teníamos una idea de hacer un estilo derivado un poco de grupos como Incubus, con influencias más de ese mundo, y de repente un día, casi por casualidad, conocimos a Explosions in the Sky, y nos metimos en el mundo post-rock, y ahí nos hemos quedado”. Un estilo personal que lleva en directo sus buenas gotas de progresivo (“también hemos crecido con Radiohead, Pink Floyd, con todo el progresivo de Genesis…”), creando ambientes de corte instrumental en buena parte de las canciones, con desarrollos largos y utilizando la voz como lejano contrapunto. Esperan a diciembre para entrar a grabar su nuevo trabajo, pero han dado el arriesgado paso de componer ya dos bandas sonoras: “fue para dos amigas de la Universidad de Navarra, para su proyecto final de grado y otro posterior, sobre la historia de sus raíces. Las dos son obras instrumentales, una un poco más acústica, la otra más cercana a lo nuestro. Nos gustó adaptarnos a las películas, pero siempre dando nuestro toque. Realmente, ambos proyectos encajaban perfectamente con nuestro estilo, no tuvimos que movernos”. Y mucho de ese aire casi cinematográfico parece intuirse en su música y en los ambientes creados.
Menos creación de ambientes y más contundencia rock plantean los zaragozanos The Fire Tornados, ya desde el mismo nombre: “hace referencia al sonido, con mucho fuzz, un poco abrasador, y el nombre tenía potencia, recordando a los tornados de fuego que sobre todo en Australia arrasan con todo”. Nombre que acertadamente sustituye a su primera denominación: “en 2012 montamos Maybe Boom, bajo cuyo nombre ganamos algún concurso, pero no nos gustaba como sonaba y decidimos cambiar. Pero la esencia de la banda, el sonido, las canciones, es lo mismo”. Ya con el nuevo nombre ha sido este verano cuando han editado su primer trabajo, un lp de nombre Patience y edición vinilo bajo el sello Wild Lion Records, creado por ellos mismos: “lo hemos hecho para cuidar de nosotros mismos, trabajar para nosotros, y con un par de huevos, lo hemos sacado en vinilo. Ahora estamos arruinados pero felices, jajaja”. Y tanto el disco como el set exuda ese sonido directo que más allá del garage, ellos quieren agitar: “es una amalgama de todo lo guarrete, con cosas 70’s, Led Zeppelin, música negra, algo de soul… se mezcla todo y sale esto”. Y a esto le pueden añadir unas canciones dotadas de una melodía y fuerza que las engrandece (cómo olvidar 'Out of control'!), entre esos guiños al garage y los Zepp pero sin olvidar el punk neoyorquino de finales de los 70. “Garage es una palabra muy amplia, hoy se le llama garage a todo lo que suena guarro, aunque con los nuggets sólo tengamos que ver tal vez en el sonido visceral”, adjetivos, guarro y visceral, que encajan perfecta, y gozosamente, con su propuesta. “Viniendo aquí, en el coche han sonado Jack White, que sí que está en nuestras cabezas, Frank Sinatra, Jimi Hendrix, Dan Auerbach, Black Joe Lewis, un poco de todo”, y lo dicen unos tipos que ven sana y animada la escena de su ciudad, siendo ellos mismos parte muy implicada en ese dinamismo, a base de participar en otros grupos y multitud de proyectos, como el Psych Fest… “La posibilidad de llegar a la final te permite seguir haciendo todo esto con unas garantías. Es lo que nos gusta!”.
Similares garantías de continuidad las que buscan Dingos & Flamingos, la banda de Sopelana adscrita a Bilbao, cuyo nombre viene de “cuando nos juntábamos entre colegas a hacer jam sessions en Grabasonic, y como teníamos un estilo un poco desértico, nos gustó el nombre de Dingo, el perro del desierto australiano. Pero como quedaba algo soso y vimos que rimaba con Flamingo, pues adelante. Al final, nuestra música es un poco así, salvaje como un dingo y elegante como un flamenco, jajaja!”. Risotada perfecta para enmarcar su sonido, un cruce entre el hard, el metal, el stoner y algún guiño (escaso) al rock sureño. “Llevamos como banda un par de años, pero hemos tenido muchas bajas, sobre todo de baterías”, aunque parece algo normal para una banda de seis personas. Manejan su propia definición como Bilbao outlaw rockers y titulan su disco Bilbao Sin City, aún siendo de la costa, “pero por eso, somos un poco outlaw, forajidos, de fuera... y también algo de la noche, los desbarres y los excesos, Bilbao y la fiesta y sus antros!”. Y es ese encuentro de muchos estilos y personas el que les da su significado: “hay gente que viene del hard-rock, otros de tocar heavy metal de los 80, otros tocaban hardcore… al final, si falta alguno, le quitarías ese toque que tenemos”. Y desde luego, su propuesta puede ser intercambiable con otros estilos del propio Consurso: “de hecho, nos apuntamos en la sección de Metal, pero nos pasaron directamente a Pop-Rock. Tal vez porque el primer lp es un poco más tranquilo, contundente pero con partes más suaves, por eso nos habrán cambiado. Pero este año vemos que tampoco encajaríamos en Metal, porque las bandas son bastante contundentes, más de metal extremo. Al final, hacemos rock and roll!”. Y sin lugar a dudas, la posibilidad de que la banda crezca es lo que más les anima de cara a la hipotética final: “nosotros nos montamos nuestros conciertos fuera, contactando con otras bandas con quienes podemos encajar, pero nos encantaría que cuenten más con nosotros a la hora de organizar bolos, siendo de pueblos como Sopelana parece que cuesta más arrancar”.
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